El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es la causa principal de la enfermedad crónica, posiblemente mortal, conocida como síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). El VIH interfiere en la capacidad del organismo para combatir enfermedades e infecciones al debilitar el sistema inmunitario.
Aproximadamente 2 a 4 semanas después de que el virus del VIH se inyecta en el cuerpo, algunas personas VIH-positivas tienen síntomas similares a la gripe. La infección primaria (aguda) por VIH es una afección que puede persistir durante algunas semanas.
El VIH es una infección de transmisión sexual (ITS). Además, puede transmitirse por compartir agujas, inyectarse sustancias ilegales y entrar en contacto con sangre contaminada. Además, puede transmitirse de madre a hijo cuando está embarazada, dando a luz o amamantando. Sin tratamiento, el VIH puede tardar años en deteriorar progresivamente el sistema inmunitario hasta provocar el SIDA.
El VIH/SIDA no tiene cura conocida, pero los fármacos ayudan a controlar la infección y frenar el desarrollo de la enfermedad. Las organizaciones internacionales intentan promover la accesibilidad de las estrategias preventivas y el tratamiento en las naciones con pocos recursos. Las terapias antivirales contra el VIH han reducido el número de muertes por sida en todo el mundo. Afortunadamente, si tienes la mala suerte de contraer la enfermedad, existen tratamientos y medicamentos razonables disponibles en Estados Unidos. Para obtener más información sobre 5 síntomas inusuales que podrían indicar la presencia del VIH, sigua leyendo.
La Investigación Sobre El VIH Muestra Que Los Pacientes Desarrollan Síntomas Antes Desconocidos
Los síntomas del síndrome retroviral agudo pueden aparecer entre el 23% y el 92% de las personas recién infectadas (o ARS). En pocas palabras, el síndrome retroviral agudo es la reacción del organismo ante el VIH, ya que desarrolla una defensa contra el intruso vírico y la inflamación resultante provoca síntomas similares a los de la gripe.
Los síntomas más comunes de la ARS suelen incluir fiebre, agotamiento, dolor de cabeza, dolor de garganta, aumento de tamaño de los ganglios linfáticos y molestias musculares y articulares. Otras personas pueden presentar una erupción cutánea (a menudo conocida como “erupción del VIH”), que suele aparecer en forma de manchas abultadas en la mitad superior del cuerpo. Otras personas pueden tener náuseas, vómitos o dolor abdominal transitorios. Aunque se cree que estos son los síntomas más típicos de la ARS, cada vez hay más pruebas que apuntan a la posibilidad de que algunas personas desarrollen enfermedades más graves, incluso potencialmente mortales.
La Candidiasis Bucal Puede Ser Un Síntoma Precoz Del VIH
En 2015, investigadores del Estudio de Prevención Primaria del VIH de Zúrich (Suiza) trataron de determinar el espectro y la frecuencia de los síntomas que podrían aparecer con la infección aguda por VIH. Según el estudio, no solo fueron capaces de descubrir 18 enfermedades o dolencias distintas, significativamente más de las que se habían identificado anteriormente, sino que también descubrieron que una proporción considerable se pasaba por alto en el primer diagnóstico.
El 23% de los pacientes de la investigación presentaban un síntoma definitorio de sida, lo que indicaba que su primer indicio de infección era una afección que normalmente se asocia a una enfermedad avanzada. Entre ellos había casos de cándida esofágica (aftas), citomegalovirus (CMV) del estómago o el hígado, herpes zóster (culebrilla) e incluso síndrome de desgaste por VIH, una enfermedad prácticamente exclusiva de la infección avanzada.
La Amigdalitis Y La Hemorragia Estomacal Están Relacionadas Con El VIH Agudo
Los segundos en la lista son los síntomas gastrointestinales no relacionados con el VIH, que representaron el 14% de las presentaciones atípicas. Casi la mitad eran casos de amigdalitis, pero las presentaciones más graves incluían hemorragia estomacal grave, inflamación de la vesícula biliar y una enfermedad relacionada con el herpes que primero se diagnosticó erróneamente como apendicitis y que finalmente acabó con la extirpación parcial del colon del paciente.
Además, los pacientes experimentaban dolores de estómago, sobre todo por las mañanas, síntomas que suelen relacionarse con la enfermedad de Crones. La noche anterior, iban acompañados de sudoración, dolores de cabeza y una sensación general de cansancio. Debido a los episodios de estreñimiento o diarrea, a menudo resultaba difícil ir al baño.
La Inflamación Cerebral Y La Parálisis Facial Pueden Ser Un Síntoma Del VIH
Los síntomas del sistema nervioso central (SNC) representaron otro 12% de los casos atípicos. Entre éstos, se notificaron hospitalizaciones en pacientes con encefalitis y meningitis por inflamación cerebral grave. También se observaron con regularidad parálisis faciales transitorias, así como casos de episodios psiquiátricos agudos.
Los pacientes declararon sentirse congestionados, hinchados y febriles. La temperatura les subía rápidamente, lo que iba seguido de síntomas similares a los de la meningitis y dolores de cabeza extremadamente fuertes y migrañosos. Este tipo de síntomas deben tomarse muy en serio y requieren tratamiento hospitalario inmediato. Las personas que experimentan estos dolores de cabeza deben beber mucha agua, tomar un anticoagulante, como la aspirina, y buscar asistencia inmediata.
Los Científicos Siguen Investigando Los Síntomas Del VIH
Sorprendentemente, ahora sabemos que estas afecciones tienden a producirse en pacientes con sistemas inmunitarios más sanos. Según la investigación, los individuos con una respuesta inmunitaria más fuerte tenían más probabilidades de experimentar un episodio agudo grave que alguien con un sistema moderadamente suprimido.
Aunque los mecanismos de estos trastornos no están del todo claros, sí sabemos que ciertos factores pueden aumentar su probabilidad, entre ellos una carga viral extremadamente alta en las primeras fases de la infección, con una media de 4-5 millones de copias por mililitro, y el tipo de virus con el que está infectada la persona, concretamente el subtipo no B del VIH.
Los científicos también están conociendo mejor la tasa y el alcance de la infiltración del VIH en el intestino y el cerebro, así como los factores que pueden predisponer a una persona a sufrir infecciones gastrointestinales y del sistema nervioso central graves.