Envejecer es una bendición, pero desafortunadamente, la entropía tiende a tener un impacto en el cuerpo. Uno de los ejemplos más comunes es la pérdida de dientes en la vejez.
La buena noticia es que si usted es una persona mayor que ha perdido un diente o algunos dientes, puede restaurar su sonrisa reemplazando los dientes perdidos con dientes sintéticos.
Los implantes dentales son una excelente opción para cualquier persona que haya perdido los dientes, incluidos los adultos mayores. Se ven como dientes reales y si se ajustan adecuadamente pueden ayudar a restaurar su hermosa sonrisa mientras se ve natural. Además del aspecto estéticamente agradable que proporcionan, los implantes dentales también le permitirán comer alimentos regulares que quizás no hubiera podido disfrutar previamente por la caída de los dientes.
Los implantes dentales son completamente seguros.
Los implantes dentales están hechos de materiales como la cerámica y se ajustan con pequeñas varillas de titanio. La colocación de los implantes dentales implica hacerlos taladrándolos en las cavidades donde se ubicaban los dientes originales. El dentista perfora los agujeros en el hueso de la mandíbula donde se colocan las varillas y luego se agregan las coronas de cerámica en la parte superior de las varillas.
La belleza de estos implantes dentales es que son robustos y pueden durar toda la vida sin necesidad de reemplazarlos. También son la solución ideal porque no es necesario reajustarlos una vez que se ajustan, a diferencia de otras soluciones como las dentaduras postizas.
¿Son los implantes dentales mejores que las dentaduras postizas?
Las dentaduras postizas son dientes artificiales removibles que se pueden colocar en una placa o marco. Son más baratos que los implantes dentales, pero este último ofrece ventajas superiores. Los implantes dentales se ven más naturales y son una mejor solución porque son permanentes, a diferencia de las dentaduras postizas que pueden ser problemáticas para las personas mayores. La remoción de las dentaduras postizas puede provocar molestias al comer o incluso al colocarlas en la boca.