Cada conductor y cada modelo de automóvil son universos propios y resulta prácticamente imposible comparar (de modo global y con exactitud) los precios de las aseguradoras, pero sí es posible hacerse una idea bastante aproximada.
Para empezar, conviene saber qué aspectos suelen tener en cuenta las compañías aseguradoras para valorar a cada cliente y ofrecerle un precio determinado por la póliza. La tarifa final dependerá tanto del conductor en concreto como del vehículo que esté asegurando.
Las características del coche
En el precio del seguro influyen tanto las características del coche como la edad. Además de la marca, el modelo, el tamaño y el número de puertas, se tiene en cuenta el precio del coche nuevo. Esta cantidad determinará en buena medida la tarifa, ya que como recuerda la aseguradora Mapfre en su blog, “se toma como referencia, por ejemplo, en caso de siniestro total en un seguro a todo riesgo”.
La edad del coche también influye, según la misma fuente: “Los coches que acaban de ser matriculados abonan una prima menor que los más antiguos. Por tanto, los de segunda mano tienen una prima más elevada”. Asimismo, se valora la potencia del vehículo, incluso la relación entre el peso y la potencia.
Aquellos que tengan más caballos (y más aún si son ligeros, pues se les supone un carácter deportivo) serán más caros de asegurar porque las estadísticas indican que tienen más probabilidades de sufrir un accidente. Y si el coche está fabricado con materiales raros o caros, también habrá que pagar un sobrecoste.
Las aseguradoras valoran especialmente la edad del conductor, su experiencia al volante y también su empleo. Los menores de 25 años pagan más (los automovilistas de entre 18 y 24 años concentran un mayor número de accidentes), y lo mismo les ocurre a quienes no alcanzan los dos años de carnet y a quienes tienen “una profesión con un alto índice de siniestralidad”, según Kelisto.es. Es decir, aquellos conductores con trabajos estresantes o que exigen un número alto de desplazamientos. También se tiene en cuenta la frecuencia de uso del vehículo. Un conductor esporádico tiene menos probabilidades de sufrir un siniestro: la prima se reduce.
Historial del conductor
Tener experiencia al volante y mantener los 15 puntos en el carnet de conducir es como poseer un sello de calidad; por el contrario, acumular partes por accidente y multas encarecerá tu póliza, porque las aseguradoras te considerarán un conductor de riesgo
Cualquier configurador online de una póliza de seguros pregunta, antes o después, dónde duerme el vehículo. Que pase las noches en un garaje privado, especialmente si es no compartido, es una buena noticia para las compañías. Y lo mismo ocurre con el lugar de residencia del conductor. Las ciudades con un alto índice de robos o las que sufren condiciones meteorológicas complicadas pueden elevar el precio de la póliza (a más lluvia o nieve, más riesgo de accidente).
Gasolina y diesel, otras caracteristicas
El combustible del coche no es una de las variables que más importe a las aseguradoras. Así lo resume Mapfre en su página web: “En la actualidad el tipo de combustible es una variable que apenas influye en el precio del seguro, aunque los vehículos diésel suelen tener pólizas ligeramente más caras que los de gasolina”.
Tampoco influye demasiado el equipamiento extra, o al menos no siempre: algunas compañías incluyen sin incremento de precio la cobertura de los accesorios adicionales (techo panorámico, llantas o equipos de música que no se cubrían en pólizas anteriores), pero otras sí revisan al alza la póliza. En todo caso, es imprescindible detallar al máximo el equipamiento para evitar problemas durante una peritación posterior.
Los seguros más baratos
Para hacerse una idea de los precios medios que manejan las aseguradoras, basta tomar como referencia diferentes tipos de conductor y coches tanto nuevos como usados. Aquí se han usado varios comparadores, que muestran (salvo que se indique lo contrario) las tarifas finales ofertadas por las compañías.
Se clasifican de menor a mayor coste sin tener en cuenta las coberturas en detalle. Estos ejemplos sirven para orientarse de modo genérico, pero basta dedicar unos minutos para encontrar el mejor seguro para cada conductor. Una curiosidad: ningún comparador de los utilizados (los más populares) proponen precios para el Tesla Model S, que se había elegido como representativo de coche eléctrico de elevado coste.
Ejemplo 1
Modelo: Seat Ibiza. Año: 2012. Combustible: Diésel. Potencia: 90 CV. Uso: particular habitual. Aparcamiento: en garaje colectivo. Kilómetros anuales: de 12.000 a 14.000. Conductor: 42 años, casado, sin partes de accidente. Localidad: Madrid. Seguro: terceros ampliados.
• Génesis: 134 €
• Direct Seguros: 139 €
• Axa: 146 €
• Mutua Madrileña: 155 €
• Fénix Directo: 166 €
• Onyx: 167 €
• Qualitas Auto: 172 €
• Balumba: 184 €
• Reale Seguros: 204 €
• Verti: 213 €
Ejemplo 2
Modelo: BMW Serie 3. Año: 2004. Combustible: Diésel. Potencia: 150 CV. Uso: particular habitual. Aparcamiento: en la calle. Kilómetros anuales: de 14.000 a 16.000. Conductor: 24 años, soltero, sin parte de accidentes, dos multas de velocidad. Localidad: Barcelona. Seguro: terceros ampliados.
• Línea Directa: 333 € (precio provisional)
• Mutua Madrileña: 441 € (precio provisional)
• Qualitas Auto: 641 €
• Balumba: 663 €
• Allianz: 764 € (precio provisional)
• Regal: 783 €
• Genesis: 805 €
• Xenasegur: 1184 € (precio provisional)
• Verti: 1.761 €